11 de agosto de 2011




Las 7 Leyes del Caos – John Briggs y F. David Peat
Capítulo 1- Ley del Vórtice.


Primero que todo, al comenzar a leer este texto, uno como estudiante y persona común se ve enfrentado a un conflicto, o más bien un prejuicio dado por el título de la obra: “Las 7 leyes del caos”. De inmediato piensa uno que se tratará de un relato sobre la desorganización en la que se ve inmerso el mundo actual, no sólo por las actividades y patologías urbanas que se ven en los centros urbanos, sino también, por la misma naturaleza que en los últimos años ha golpeado duro y constantemente a lo largo y ancho de todo el globo. Sin embargo, es cuestión de ponerse a leer el primer capítulo para darse cuenta que se trata de algo diferente y apasionante.

Desde el seno materno nos encontramos inmersos en un sistema que nos moldea y nos dice como “supuestamente” debemos actuar según las circunstancias y el transcurrir de los hechos. Sin embargo, el ser humano es por naturaleza un ser vivo capaz de razonar y hallar en la naturaleza y en si mismo las verdades de sus más íntimas inquietudes. Bajo este panorama aparece la creatividad en nosotros, emana desde lo más adentro de nuestra mente una forma distinta de percibir la realidad, empezamos a cuestionar la realidad que percibimos con nuestros sentidos y reaccionamos lógicamente para llegar a la conclusión que no hay nada absoluto. Recuerdo que al principio, cuando era niño, tenía formas distintas de hacer las cosas, la forma en que comía, bebía o me ataba los cordones de mis zapatos. Con el tiempo, la sociedad me fue influenciando y cambió de algún modo muchas cosas en mí, digamos que fueron modelando mi conducta y me hicieron uno más de “ellos”.

Si uno se da cuenta, todos tenemos una forma distinta de agarrar un lápiz cuando escribimos, creo que esto es consecuencia de la inocencia de nuestras mentes durante nuestros primeros años, cuando hicimos nuestros primeros rayones. Durante esta época, nuestro cuerpo, nuestra mente vive en un continuo caos, enfrentamos constantemente nuevos retos ante los cuales se nos abre un abanico de posibilidades y experimentamos la libertad de ser nosotros mismos y ver las cosas desde otro punto de vista. Poco importa si lo que vemos es real o nuestra conducta es la correcta. Es por esto, que relaciono la creatividad con la originalidad, lo cual significa volver al origen, al Vórtice.

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