27 de agosto de 2011

Las 7 Leyes del Caos – John Briggs y F. David Peat
Capítulo 2- Ley de la Influencia Sutil.


En el capítulo número dos, nos vemos frente a la ley de la influencia sutil, en la cual se hace alusión a un antiguo proverbio chino que dice que el simple aleteo de una mariposa puede percibirse al otro lado del mundo. Si lo tomamos desprevenidamente podemos decir que se trata de una locura, pero si estudiamos un poco mas sobre el tema y nos adentramos dentro el origen de la teoría del caos nos daremos cuenta que se trata de algo más complejo. Se trata de sistemas no lineales, los cuales se caracterizan por que diminutas influencias puedan actuar de un modo tal que puedan transformar todo el sistema. Me disculpa señor lector si me alejo de la ciencia o la técnica, pero yo pondría como ejemplo del efecto mariposa, esas ocasiones en las cuales decimos una mentira, que nace como una pequeña alteración de los hechos o de la realidad, pero con el tiempo, si se nos indaga, nos vemos obligados usar falsos argumentos para mantener nuestra mentira. De este modo, cuando nos damos cuenta nos vemos dentro una gran maraña de mentiras que posiblemente no sólo nos involucra a nosotros sino que también se ven inmiscuidas otras personas.

Pues bien, todo este tema se puede ver reflejado en nuestro ejercicio profesional como arquitectos y creadores de espacios modeladores de conductas. El buen desempeño de nuestro oficio requiere responsabilidad y compromiso a la hora de entrar en materia.

Briggs y Peat también se refieren al poder de la impotencia. Como seres humanos, contamos con la capacidad de ejercer cierto poder sobre el medio que nos rodea y las otras personas, sin embargo, la carencia del poder nos hace sentir inferiores, impotentes en cierta medida. Hemos mal interpretado el significado del poder en nuestro afán por sobresalir entre los demás, nos hemos permitido tolerar actitudes inconvenientes con tal de acariciar así sea un poco de poder: “entramos en caos”.

Por otro lado, también está el poder de la influencia sutil, el cual se refiere a esas pequeñas acciones que ejercemos diariamente en la cual vemos a largo plazo los resultados de la misma. Así como con el aleteo de la mariposa que ocasiona un huracán al otro lado del mundo, un breve saludo o una amable sonrisa en la mañana puede asegurar a un mensajero de una compañia el ascenso a un puesto mejor a lo largo del tiempo hasta cnvertirse en un exitoso ejecutivo del área administrativa de la compañía.

El caos se ve originado una vez mas en un vórtice, nace como algo pequeño para luego tener repercusiones mayores y cíclicas que terminan afectando todo el sistema.

11 de agosto de 2011




Las 7 Leyes del Caos – John Briggs y F. David Peat
Capítulo 1- Ley del Vórtice.


Primero que todo, al comenzar a leer este texto, uno como estudiante y persona común se ve enfrentado a un conflicto, o más bien un prejuicio dado por el título de la obra: “Las 7 leyes del caos”. De inmediato piensa uno que se tratará de un relato sobre la desorganización en la que se ve inmerso el mundo actual, no sólo por las actividades y patologías urbanas que se ven en los centros urbanos, sino también, por la misma naturaleza que en los últimos años ha golpeado duro y constantemente a lo largo y ancho de todo el globo. Sin embargo, es cuestión de ponerse a leer el primer capítulo para darse cuenta que se trata de algo diferente y apasionante.

Desde el seno materno nos encontramos inmersos en un sistema que nos moldea y nos dice como “supuestamente” debemos actuar según las circunstancias y el transcurrir de los hechos. Sin embargo, el ser humano es por naturaleza un ser vivo capaz de razonar y hallar en la naturaleza y en si mismo las verdades de sus más íntimas inquietudes. Bajo este panorama aparece la creatividad en nosotros, emana desde lo más adentro de nuestra mente una forma distinta de percibir la realidad, empezamos a cuestionar la realidad que percibimos con nuestros sentidos y reaccionamos lógicamente para llegar a la conclusión que no hay nada absoluto. Recuerdo que al principio, cuando era niño, tenía formas distintas de hacer las cosas, la forma en que comía, bebía o me ataba los cordones de mis zapatos. Con el tiempo, la sociedad me fue influenciando y cambió de algún modo muchas cosas en mí, digamos que fueron modelando mi conducta y me hicieron uno más de “ellos”.

Si uno se da cuenta, todos tenemos una forma distinta de agarrar un lápiz cuando escribimos, creo que esto es consecuencia de la inocencia de nuestras mentes durante nuestros primeros años, cuando hicimos nuestros primeros rayones. Durante esta época, nuestro cuerpo, nuestra mente vive en un continuo caos, enfrentamos constantemente nuevos retos ante los cuales se nos abre un abanico de posibilidades y experimentamos la libertad de ser nosotros mismos y ver las cosas desde otro punto de vista. Poco importa si lo que vemos es real o nuestra conducta es la correcta. Es por esto, que relaciono la creatividad con la originalidad, lo cual significa volver al origen, al Vórtice.